Ya está disponible el número 33 de la destacada Revista FAMagazine (invierno 2015) bajo el título “Diseño Inteligente para una Ciudad Inteligente“. la revista es una publicación bajo iniciativa del Festival  de la Arquitectura. El Festival de la Arquitectura es una manifestación de la investigación científica y la difusión de la arquitectura, reconocida internacionalmente.

FAMagazine #33: Diseño Inteligente para una Ciudad Inteligente : Cover © FAMagazine
FAMagazine #33: Diseño Inteligente para una Ciudad Inteligente : Cover © FAMagazine

El Proyecto de Ciudad Inteligente

El tema de la Ciudad Inteligente actualmente permea y anula cualquier otra cuestión urbana tradicional. Representa una prioridad estratégica para la iniciativa Horizon 2020 en el cual las diversas regiones de Europa cambian el sentido local cuando se trata de investigación e innovación.

Sin embargo, nos pareció que a pesar de la preeminencia del tema acordado, había insuficiente claridad en lo relativo a las consecuencias prácticas y operativas. En la actualidad, todas las figuras profesionales responsables de las intervenciones urbanas y transformaciones, desde los técnicos hasta los políticos, hablan acerca de las Ciudades Inteligentes sin una idea clara del significado, y sobre todo, sin conocer cómo intervenir en una ciudad Europea para dirigir su transformación. Naturalmente, esto aplica particularmente a los arquitectos.

Con el fin de poner órden al pensamiento teórico sobre el diseño – en el cual, aunque una acción práctica predominante, requiere un substrato para actuar sobre un fundamento y garantizar una aplicación generalizable – pedimos a la comunidad de académicos corresponder con sus propios puntos de vista en la forma de estudios teóricos o experiencias prácticas sobre el tema, pero no sin antes expresar inductivamente nuestros propios puntos de vista sobre la materia.

Después del concepto erróneo de sostenibilidad contemplado como una símple sobreimposición de código tecnológico sobre un proyecto arquitectónico como un puro recubrimiento, un proyecto ahora corre el riesgo de encontrarse enfrentando más la discordia sobre lo que define a una Ciudad Inteligente.

Para evitar esto, justo como el proyecto sostenible no es más que un conjunto de buenas prácticas o normas de composición arquitectónica y urbana que han gobernado el crecimiento de las ciudades en línea con la relación secuencial y progresiva entre las partes formalmente y funcionalmente finalizando de esta forma, similarmente, también el proyecto “inteligente” (el término “smart (inteligente)” ha sido deliberadamente y provocativamente intrepretado como “inteligente” como para quejarse de la inteligencia del diseño urbano) es sólo tal si puede descubrir las reglas para la construcción futura dentro del entorno de la ciudad en sí.

La utilización de la tecnología o los últimos descubrimientos electrónicos para dar soporte a complejas mecánicas urbanas son más que bienvenidos. Con el fin de que no se conviertan como una especie de quimera coloquial, en la cual, para automáticamente administrar las funciones domésticas impone acciones sobre los seres humanos que los reducen a robots controladores, los proyectos urbanos y arquitectónicos deben buscar el balance propio entre la estructura y la super-estructura.

Así, para admitir una cierta fe el en proyecto arquitectónico – en el sentido tradicional y en su extensión para adoptar el diseño urbano en línea con las experiencias de los mil novecientos setentas – ochentas, una de las reflexiones más interesantes sobre los proyectos en la ciudad – estamos convencidos de que se encuentra (y siempre lo hará) en la base de cualquier intervención urbana, incluso en una de mejoramiento “tecnológico”, en la transición de una ciudad a una Ciudad Inteligente.

Como una selección inicial de seis contribuciones sobre el tema de la Ciudad Inteligente señala una restitución transveral de los diversos aspectos propuestos por los investigadores: desde una introducción definitiva hacia el tema (Boulanger) hasta una primera reflexión aplicada a una ciudad “inteligente” que presagia algunos ejemplos (Cao and Scala) hasta ejemplos de intervenciones sobre aspectos individuales (Montuori, Tornatora) y extensiones para incluir al paisaje inteligente (Melis/Roccella).

¿Qué es una Ciudad Inteligente?

Saveria Boulanger nos proporciona una imágen clara de lo que es una Ciudad Inteligente partiendo del orígen del concepto de inteligencia ligada previamente a las necesidades de comunicación de un automóvil y más tarde aplicada a los teléfonos con el significado de fáciles de usar. A través de la interpolación de significados alterados por las disciplinas que emplean el término, desde los económicos hasta los mercadológicos, una serie de características han surgido. Una Ciudad Inteligente es una que es fácilmente “utilizable” por sus ciudadanos, ejemplo “amigables con el usuario”; de un tamaño estratégico para un proyecto que podría mejorar la vida de la población; en una posición para “funcionar por sí misma”, en el sentido de que puede recolectar datos y actuar en consecuencia, automáticamente, en una forma “programada”.

Una vez que las características han sido aclaradas, todavía existe la difícil tarea de definir cómo estas podrían llevarse a cabo, en términos de disciplina, cómo el proyecto arquitectónico puede ayudar a crear materialmente una Ciudad Inteligente.

Adicionalmente, los problemas actuales del entorno antrópico (contaminación atmosférica, escasez de recursos, disposición de desechos etcétera) se conjuntan con los problemas endémicos de la ciudad contemporánea (tráfico excesivo, dormotorios conurbados, la despoblación de los centros de la ciudad, seguridad, etc.) imponiendo en la disciplina de los proyectos una reflexión más amplia con respecto a un enfoque centrado sobre las intervenciones individuales en la medida de cuestionar cómo cada obra de arquitectura puede desempeñar su parte en la construcción colectiva (o transformación) de la ciudad contemporánea para hacerla una Ciudad Inteligente o una Ciudad Ecológica.

Partiendo de esta presuposición indispensable de la responsabilidad de los proyectos arquitectónicos, necesario pero por propia cuenta no suficiente, la reflexión necesita ser extendida a intervenciones a gran escala (proyectos urbanos) incluyendo los planes que abarcan líneas separadas de intervención en toda la ciudad. No sin olvidar la más amplia dimensión territorial, como se destaca en el artículo escrito por Melis/Roccella que suma las usuales obras inteligentes de arquitectura y de Ciudad Inteligente el “paisage inteligente”, con la resultante nomunclatura específica en la prefiguración de las obras de arquitectura aplicadas directamente al control y la gestión de los aspectos fundamentales de las Ciudades Inteligentes como la energía.

Mientras tanto, el artículo escrito por Paola Scala, a través de las palabras de Vittorio Gregotti, nos invita a ir más allá de las hipocresías que han caracterizado los conceptos de “verde” y “eco” en el pasado inmediato (los cuales corren el riesgo de caracterizar al más reciente “inteligente”) y para considerar a la arquitectura en su potencial para transformar los espacios, dar forma a los lugares, y establecer relaciones. Como evidencia de este concepto de diseño el autor menciona la experiencia del proyecto “Water Squares” diseñado por el estudio Holandés De Urbanisten y presentado en la Bienal de Rotterdam del 2005. Por lo tanto, un proyecto inteligente debe ser capaz de utilizar las principales herramientas de la arquitectura para resolver los problemas que afligen a las ciudades y al territorio en general, pero también, para cambiar el punto de apoyo de una forma importante hacia aquellos quienes actualmente se encuentran habitando los nuevos espacios reordenados diariamente.

De la ciudad funcional a la ciudad formal: ¿qué es bello acerca de la inteligencia?

La consideración de Umberto Cao centran la atención al problema de la forma de la ciudad, en la cual él pasa a destacar comparándola contra la eficiencia. Aceptando que la ciudad es un sistema que siempre está experimentando una transformación constante (ya sea lenta o acelerada) esta nueva temporada de cambio marcada por los imperativos ecológicos una vez más plantea el problema de balancear las necesidades funcionales y formales.

Así como también al ser más fascinante, las antiguas ciudades son más sostenibles y más inteligentes: estas han tomado de su sitio todo lo que siempre han necesitado. Las tecnologías utilizadas cambian de acuerdo a los materiales locales (los cuales fueron, por supuesto, cero kilómetros) y las formas siguiendo a las necesidades de funciones específicas. El espesor de lor muros no sólo fue calculado para responder a las cuestiones técnicas estructurales sino también para asegurar una cierta inercia térmica, una garantía de un entorno comfortable; la forma de la azotea fue adaptada a necesidades específicas (para recolectar el agua o para repeler la nieve) mientras el color fue un aliado más que válido en la refracción de la luz del sol y del calor. En climas extremos el tipo fue el resultado de un proceso intentado y probado adpatado a las necesidades tales como garantizar el enfriamiento utilizando corrientes de aire y/o la sombra proporcionada por la proximidad de las viviendas. Esta fue la principal explicación lógica de las viviendas con un patio interno o de las estrechas calles que conforman las ciudades Mediterráneas. La tiplogía de la arquitectura y de la morfología urbana son invariables contextuales incluso cuando las más sofisticadas necesidades representativas de la arquitectura (especialmente las públicas) han introducido una mayor complejidad de demandas en el concepto del proyecto.

Y así podríamos sostener que el principal ejemplo de inteligencia del proyecto es una recuperación de los mismos objetivos en el acto de diseñar y construir arquitectura en las ciudades. Diseñar (y también transformar) en la forma más responsable al analizar los problemas y evaluar las diversas necesidades (formales, funcionales, tecnológicas, simbólicas, etc.) que la arquitectura y la ciudad siempre han recriminado.

La ciudad regenerada

La regeneración es el imperativa en la base de las nociones de intervención de Marina Montuori quien realiza un contraste de la Ciudad Inteligente con una ciudad renovada consistente de un conjunto de “buenos lugares” (el significado de “Eutopia”) sometida a (buenas) prácticas de “Mantenimiento adaptivo” de tipo preventivo y correctivo. El punto de partida es un análisis del entorno y un catálogo del patrimonio histórico por tipo de intervención de la edificación con el fin de renovar las estructuras y hacerlas eficientes en términos de calidad y desempeño. Esto es realizado al identificar una alianza renovada entre el tipo y tecnología que pueda producir un sistema integrado, denominado “exoesqueleto adaptivo”, una especie de super-estructura de metal flexible que puede ser adaptada a diferentes necesidades. Una lógica de intervención del proyecto codificado en la dirección de la Ciudad Inteligente a través de la regeneración de las edificaciones individuales de forma que puedan hacer frente a los retos del futuro urbano.

La ciudad desmaterializada

En su concepto similar, el artículo previo podría ser situado junto al de Marina Tornatora, el cual, a pesar de que parte de diferentes consideraciones, tiende hacia el objetivo común de la creación de un procedimiento de intervención que es generalizable pero también es adaptable con respecto a las condiciones características de los lugares en estudio.

Un componente importante de la Ciudad Inteligente es la conexión global, una situación perpetua en línea para hacer los grandes paradigmas mundiales del futuro posibles: desde las NGN (Next Generation Networks -Redes de Próxima Generación) la red de las generaciones del futuro para el internet de las Cosas (IoT), ejemplo extender el internet a los elementos de la vida cotidiana, desde el teléfono hasta la licuadora, desde la televisión hasta el automóvil. Incluyendo la Nube, el intercambio de datos de las situaciones locales (nuestra casa, nuestra computadora) sobre la Web, a la denominada “nube”.

Los medios digitales, redes, y cada aplicación computarizada para la ciudad se convierte en una “ciudad de bits”, para recordar el paradigma de William Mitchell, es sin embargo visto por los expertos como una desmaterialización peligrosa de la arquitectura, si no en su apariencia (en la imaginación colectiva la ciudad de las redes parece como un modelo de estructura metálica de lo construido, o como una visualización de la infraestructura para la cual la información es transferida, al menos en su contenido físico, en el cuerpo de esa materia pesada la cual constituye el arquetipo primordial de la arquitectura).

Si la ciudad histórica contrarresta este desplazamiento con la perentoriedad de sus espacios, la forma completada de sus espacios, su certeza material, los suburbios parecen mucho más frágiles en la cara de un cambio gradual de lo urbano hacia una proyección inmaterial de ella (la “Postciudad” definida por Purini). En la base de estas consideraciones, Marina Tornatora identifica en los suburbios del Sur de Italia lugares por excelencia sin terminar, testigos simbólicos por edificaciones parcialmente interrumpidas mostrando su marco estructural, el cruce de diferentes paisajes, una isla (la tercera isla en homenaje al tercer paisaje de las Clementinas) como un territorio en el cual probar “biodiversidades arquitectónicas” de acuerdo a la definición de Zardini.

La tésis básica es la reutilización de las estructuras arquitectónicas existentes que carecen de calidad, y a través de la utilización del dispositivo lógico de contaminación desarrollar transformaciones que puedan reescribir y repaginar el texto urbano.

Como es de esperar de una revista que aborda al diseño arquitectónico y urbano, las reflexiones de los autores para persistir con el papel del proyecto con respecto al enésimo reto que la ciudad contemporánea le ha entregado a los arquitectos: un reto que necesita ser abordado sin rendirse y sin retroceder desde el núcleo de la disciplina, como la historia nos ha enseñado, los vacíos disciplinarios del diseño son llenados rápidamente por otras disciplinas. Por lo tanto, es la tarea del proyecto arquitectónico mantenerse firme en medio de una constante renovación de sus estatutos disciplinarios.

El Proyecto Inteligente para la Ciudad Inteligente
El tema de la actualmente permea y anula cualquier otra cuestión urbana …
Enrico Prandi

Pero lo malo de la “Ciudad Inteligente”!
En los últimos cuarenta años pasamos de la computadora personal …
Umberto Cao

Eutopia Urbana vs Ciudad Inteligente
El tema de la regeneración urbana y territorial es crucial en la actualidad …
Marina Montuori

Ciudad Inteligente: ¿utopía o realidad?
Existe un momento, en la historia reciente, en el cual las ciudades y …
Saveria Olga Murlelle Boulanger

Alimentos y el escape de la energía
El papel del diseño urbano en la transición de la ciudad a la ciudad inteligente …
Barbara Melis, Graziella Roccella

Ciudad Inteligente e iniciativa new HORIZON
De acuerdo a las normas Europeas de la iniciativa Horizon 2020, el tema …
Paola Scala

Ciudad múltiple y ciudad inteligente
En el debate contemporáneo acerca de la arquitectura, la ciudad está viviendo una …
Marina Tornatora

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Nace en el año 2004 bajo la dirección científica del Prof.Arq. Carlo Quintelli y consta de conferencias magistrales, mesas redondas, exposiciones, talleres, premios y concursos relacionados con los temas de la investigación y de las diferentes actividades del laboratorio realizadas por jóvenes investigadores de diversas universidades Italianas y extranjeras www.festivalarchitettura.it.

Sobre FAMagazine Revista Científica de Arquitectura y Diseño Urbano

FAMagazine. Investigación y proyectos sobre arquitectura y la ciudad es la revista bimestral en línea del Festival de la Arquitectura.

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